Marianela Perelli

En Memoria de Marianela Perelli

17 de Enero, 1975 – 8 de Noviembre, 2025

Marianela Perelli, de 50 años, residente de Connecticut, falleció pacíficamente rodeada de su familia después de una valiente batalla contra el cáncer de huesos. Nació el 17 de enero de 1975 en Valencia, Venezuela, hija de Elba Castillo y del fallecido Amílcar Perelli. La menor de tres hermanos, Marianela, era la consentida del hogar, muy querida por sus padres y sus hermanos mayores, Amílcar y Mariela.

Desde muy joven, Marianela se destacó por su determinación, amabilidad y espíritu radiante. Completó sus estudios en Venezuela y construyó una exitosa carrera en la agencia de seguros Nuevo Mundo, donde se desempeñó como gerente y ajustadora de seguros. Su profesionalismo, liderazgo y generosidad le ganaron la admiración de todos sus compañeros de trabajo.

Marianela vivió su vida con alegría y propósito. Le encantaba viajar, recorriendo Europa y los Estados Unidos mientras residía en Venezuela. Llenaba cada espacio con su risa, calidez y elegancia. Era una mujer vibrante, siempre lista para celebrar la vida, el equilibrio perfecto entre una profesional dedicada y un espíritu libre y amoroso.

Su mayor felicidad era su familia, especialmente sus queridos sobrinos, Luis y Victoria (Vicky), a quienes amaba como si fueran sus propios hijos. Como madrina de Luis, lo llamaba con ternura “mi gordo bello” y llenó su vida de cariño, atención y hermosos recuerdos. Para sus padres fue siempre “mamaita” y para sus amigos “mi Nelita”, apodos que reflejan el cariño y amor que despertaba en todos los que la conocieron.

Tras el fallecimiento de su padre en 1998, Marianela llevó siempre consigo su recuerdo y fortaleza. En 2018 tomó la valiente decisión de mudarse a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, mientras continuaba apoyando a su madre y a su hermana desde la distancia. Cuando fue diagnosticada con cáncer de huesos en 2022, enfrentó la enfermedad con gracia, valentía y un espíritu inquebrantable. Más tarde se mudó a Connecticut para recibir tratamiento y estar acompañada por su hermano Amílcar, su cuñada Gabriela y su sobrina Vicky.

Aun en sus momentos más difíciles, Marianela nunca perdió su sonrisa ni su optimismo. Tocó los corazones de todos los que la conocieron: su familia, sus amigos, conocidos y los médicos y enfermeras que la atendieron. Será recordada por su gran corazón, su generosidad, sus deliciosas comidas que reunían a todos y su forma de hacer sentir a cada persona como en casa.

Fue muy doloroso para su madre, Elba, y su hermana, Mariela, no poder acompañarla durante sus últimos días, pero su amor y oraciones siempre estuvieron con ella.

En lugar de flores, la familia agradece donaciones para ayudar a cubrir los gastos de los servicios funerarios y cumplir el último deseo de Marianela: enviar sus cenizas de regreso a Venezuela, donde descansará junto a su familia que la ama y la extraña profundamente.

Las donaciones pueden enviarse por Venmo (Victoria-Perelli) o Zelle (203-715-8852).

Marianela será recordada por siempre por su fortaleza, generosidad y la luz que irradiaba a todos los que la rodeaban. Su memoria vivirá eternamente en los corazones de quienes tuvieron la dicha de conocerla.